“Será mejor que nos pongamos a
la tarea de construir ya mismo ese mejor mundo post-pandémico.”
El educador social José Yorg expuso su tesis en duros términos a lo que él considera la encrucijada del momento de
la humanidad “ante esta realidad cruel, del proceso desatado
por imperio de la presencia y expansión de la pandemia, podemos afirmar, sin
temor a equivocarnos, que tal proceso ha
evidenciado con toda potencia la desigualdad social y su infortunio, por tanto, o cambiamos esa
realidad o será mucho peor”.
“No se trata-siguió Yorg-de ser pesimista u
optimista, se trata de ser realista, se trata
de arremeter con entusiasmo
transformador la tarea de construir ya mismo en cada lugar
de la Tierra ese mejor mundo post-pandémico”.
Fijó crudamente el educador que “La tozudez de
ciertos sectores de privilegios se opone a cualquier cambio de mejoría, son
conservadores y reaccionarios, pero está claro que si el pueblo no impulsa esos
cambios imprescindibles, reales y deseables para su buen vivir, no habrá otro
mundo mejor”
El cooperativismo,
la fuerza de la lucha bondadosa.
Comentó Yorg que “llevo muchos años enseñando el
noble cooperativismo y he comprobado una y mil veces que es la herramienta
organizacional más poderosa contra el hambre, la ignorancia, el desempleo, y es
la justa organización de mejoría de los pueblos”.
“Nuestra lucha cooperativa es la más noble, y apropiándonos
para dibujarlo con un verso de José Larralde, “la fuerza de la lucha bondadosa” y que algunos trasnochados y
enemigos del pueblo odian, conspiran e incluso traban nuestra loable labor
educativa”.
“Me gustaría preguntale a los que quieran contestar ¿Por qué ya no se habla de planes de
desarrollo, por qué ya no se habla de recuperar la independencia económica y rescatar
la soberanía política para implementar de una vez por todas la Justicia social?”,
cerró Yorg.
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