Por Ana María
Ramírez Zarza.
“La crisis educativa que venimos arrastrando desde hace muchos años se vio potenciado por efecto de la pandemia y la falta de conectividad, éstos dos elementos negativos fueron derrotados por los educandos, allegados, familias y las Escuelas, por medio de la cooperación, ellos/as son los/as heroes”.J.Y.
Tales debilidades tuvieron que ver con la poca o nula conectividad entre educandos y educadores en contexto de aislamiento, y la fortaleza que se destacó en la relación cooperativa entre esos actores y las familias para cumplir el proceso educativo.
Como todo educador social preocupados y ocupados por nuestras instituciones educativas, y sus sujetos pedagógicos, presentamos otro enfoque alternativo, ponemos a disposición libre otro modelo de gestión institucional pedagógica basada en la cooperación.
En este
punto nos preguntamos con Gary Fenstermacher Jonás Soltis (1998)
en referencia a los dos enfoques que aludimos ¿Qué los hace diferentes? ¿Cuál
es para cada uno de ellos el objetivo principal de la docencia y el propósito
más importante de la educación?
A nuestro criterio, hacemos algunos señalamientos sobre la manera de entender los enfoques pedagógicos conocidos y tradicionales, para abrir otra opción en la que los directivos podrían tomar decisiones con menos debilidades en la gestión institucional y acompañar al docente en su aplicación didáctica y los papeleos y sus formulismos.
En la escuela de gestión tradicional, fuertemente apegados a libritos
ya defasados, en la cual sus sujetos están limitados a trasmitir y aceptar esa
trasmisión del conocimiento que proviene de una legado ya instituido por concepciones sarmientina, liberal,
neoliberal, que por ende lo hacen
educables a esas cosmovisiones.
Nosotros, como docentes gestores de una
nueva dinámica educativa, proponemos
otro modelo de gestión pedagógica basada en el Modelo Pedagógico del Cooperativismo
Educacional, pues brinda posibilidades
de que directivos, docentes educandos,
padres y madres participen de un nueva visión de su identidad, del modo como se
ejerce la autoridad pedagogica, de las alternativas de solución de los problemas
socioeducativos y de su proyección como actores participes y no de meros expectadores
en una sociedad convulcionada.
Nos dice el educador social José Yorg, : “Se viene otro mundo y es mejor que lo entendamos, la cooperación y su noble acción será preponderante”.
En el anterior cierre de un año escolar virtual 2020, el Balance del Modelo Pedagógico de la Gestión Escolar tradicional nos interpela, dado que en este nuevo orden-mundo que se viene se deberá plantear otros objetivos de la docencia, que ya no es sólo enseñar, o formar, se deberá replantear otros objetivos de la educación que ligue a lo social, que cerque al individualismo y avance hacia el saber humanístico y por la innovación trasformadora.
Que este ciclo escolar 2021 encuentre a la docencia, a los educandos, comunidad toda, vacunada e inmunizada para aprender y enseñar,así lo proclamamos.
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