lunes, 28 de junio de 2021

Yorg habló de cómo dimensionar el daño social y sus secuelas por ausencia de educación cooperativa escolar y universitaria.

 

“Es harto sabido las barreras que se les presentan a los jóvenes en su afán de resolver sus problemas de desempleo e incluso profesionales”

En dialogo periodístico con el educador social José Yorg anunció que “estoy presto para debatir respetuosamente sobre un asunto preocupante, cual es el daño social  y sus secuelas por ausencia de educación cooperativa escolar y universitaria, aportando para ello parámetros  e  indicadores que faciliten dimensionar la lesión cultural, educativa-formativa de quienes poseen el derecho inalienable de aprender cooperativismo”.


“Cuanto he afirmado-prosiguió-  nos remite rigurosamente  a contextualizar esta problemática en el campo pedagógico, político y  jurídico cuyas implicancias se dan en el plano social,  y en este marco avanzar sobre esa omisión dolosa  para comprenderla y enmendarla con la urgencia y premura que el orden jurídico manda”.

Señaló Yorg que “el resultado de la ausencia de la cooperación en las aulas produce “vulnerabilidad educativa-formativa, y lo podemos comprobar  al cotejar entre el educando que está ignorante de saberes cooperativos frente a otro/a  que adquirió esos conocimientos de alta calidad que lo colocan, sin dudas, en mejores condiciones”.

Cualidades pedagógicas.

“La pedagogía y didáctica cooperativa-subrayó- promueve en el educando por medio de su método grupal de estudio y trabajo, teórico-práctico, la internalización de valores socialmente relevantes como el altruismo, el compañerismo y la capacidad de asumir liderazgo social, asumir roles y funciones empresariales, organizar y vincular los saberes con la realidad”

Recordó que “ese derecho educativo está consagrado bajo leyes de carácter constitucional y que además cuenta con recursos económico-financiero genuino y de asignación específica, por tanto, existe una responsabilidad estadual en cuanto a colocar a educandos y la docencia en general en la ignorancia supina cooperativa”.

“Necesariamente concluimos que ese daño implica una vulnerabilidad educativa  marcada por individuos que experimentan en la vida dificultades,  puesto que esa carencia cooperativa les impiden construir saberes y desarrollar habilidades, destrezas y capacidades organizativas que la enseñanza cooperativa otorga en el aula”, anotó.

“Es harto sabido las barreras que se les presentan a los jóvenes en su afán de resolver sus problemas de desempleo e incluso profesionales y eso abre paso a trastornos emocionales, familiares, de relacionamiento social, irritabilidad, frustración, enojo, etc., concluyó Yorg.

 

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