Nuestra posición sobre lo tratado: Urge la formación de la dirigencia en la ciencia de la conducción política estratégica.
Por José Yorg y Ana María Ramírez
Zarza.
Invitados por Alberto Mora Portugués del Instituto de investigación y desarrollo de la economía social-IDES-a participar de sus Ciclos de conferencias, el día sábado 16 de octubre de 2021, con las ponencias de Mirta Vuotto y Luis Delgado Bello, excelentes aportes, por cierto.
De
nuestra parte, hacemos uso de la libre expresión y exponemos aquí parte de lo
que dijimos, y, como remate a este artículo formulamos, de un modo sintético,
nuestras principales conclusiones que, al decir de un antiguo dicho “quedaron en el tintero”, pues no pudimos
hacer una recapitulación y cierre de nuestros principales pensamientos sobre la
temática en estudio “¿Por qué el cooperativismo no es más fuerte en
América Latina?
Así, nuestra participación fue
breve, sin embargo-superado el pudor-creemos que fueron sustanciosas para el
examen del tema que nos ocupó, a tenor de las opiniones vertidas sobre nuestro
análisis y reflexión, categorizándolos como excelentes y además apoyando la
invitación que realizó Alberto Mora Portugués en cuanto a exponer más
ampliamente esos pensamientos en el próximo ciclo de conferencias.
Tales
conceptos nos animó a compartir periodísticamente nuestras modestas expresiones.
A
nuestro juicio, el presente
interrogante expone ausencias de objetivos geo-estratégicos y políticos
potentes y convocantes para el pueblo y que de tal manera penetre en las mentes
y corazones de los/as cooperativistas Latinoamericanos y que estimulen a lograr
construir y articular lazos de poder político de incidencia.
Y por tanto, nuestra
posición sobre lo tratado es que ¡¡Urge la formación de la dirigencia en la
ciencia de la conducción política estratégica!!
Tal asunto entonces, lo ubicamos en el nivel
superior de la pirámide de conducción política, y a
tenor de ello, recordemos que existen tres niveles de decisiones: 1°.-
Estratégico; 2°.-Táctico y 3°.-Operativo. Así que, preguntar ¿Por qué el cooperativismo no es más fuerte
en América Latina?, habla de lo geo-estratégico y político porque define
responsabilidades de conducción política superior del movimiento cooperativo en
el espacio territorial Latinoamericano.
Nuestra
posición sobre lo tratado se centró en puntos del debate y exposición de ideas,
tanto en nuestra alegación oral como en
forma escrita en el chab, y versó sobre los siguientes aspectos:
Debemos
precisar con exactitud el contexto socio-económico en que actúa el
cooperativismo Latinoamericano y verificar las fuerzas contrarias... La pregunta apunta a lo macro y expresa un problema interno y externo del
movimiento cooperativo, llegamos entonces, a un problema político; el problema
político debe ser resuelto para ser más fuerte, ahora, los dirigentes
actuales.... ¿Tienen conciencia cierta de esto?
El
cooperativismo aún no ganó las mentes y corazones del pueblo que les permita
identificar al cooperativismo como un movimiento emancipador social, económico,
cultural, educativo, y que les saque de la pobreza, y de tal modo cumplir con
el mandato histórico de los Pioneros de Rochdale.
No existe una
estrategia política acorde a la realidad del capitalismo financiero destructor;
Consecuentemente, se requiere de ¡Strategos políticos cooperativos!
El
cooperativismo ya no puede seguir desarrollándose de manera marginal ante un
mundo sediento de alternativa socioeconómica basada en la equidad y la
humanización de las relaciones de producción. Ahora, desde luego, no es ésta
una tarea sin dificultades; requiere partir de un amplio espíritu generoso,
realista, científico incluso y de servicio incondicional a los valores y
principios de la cooperación que claman otra orientación y dinámica.
Sumamos ahora otros comentarios
posteriores.
La
realidad no se lee e interpreta de cualquier manera porque existen elementos
sobrios en esa realidad que escapan al entendimiento cotidiano y poco avisado,
requerimos de herramientas conceptuales y procedimentales que nos ayuden en esa
tarea, requerimos de una formación que nos brinda la ciencia política y
así aplicar correctamente un análisis de coyuntura.
Vaya aquí,
nuevamente lo que expuso Paul Lamber en su libro La Doctrina cooperativa,
refiere “En cuanto a Gide, era
víctima de una curiosa ilusión: la de creer que podía comprometerse en una
acción para abolir el lucro, sin esperar la resistencia y la lucha de la clase
social que vive del lucro”. Es menester, entonces, no ser víctima de esa
curiosa ilusión sobre el neoliberalismo. Estrategia defensiva pero también
estrategia de avance es necesario.
Esa estrategia
de la que hablamos- como parte de nuestra tesis- debe nutrirse de la visión que
nos legó Manuel Baldomero Ugarte-1875-1951-, La
juventud debe velar para que el sacrificio no sea estéril y no se reduzca todo
a la satisfacción aparente. Hay que afrontar al fin nuestros grandes problemas.
En el orden interior: la justicia social, la situación del indio, la división
de la tierra; la organización de la economía nacional; en el orden exterior: la
aspiración hacia la Patria Grande. Hay que organizar a la América Latina en
favor de la América Latina misma y no, como ahora, en favor de los inútiles del
terruño y de los piratas de afuera”.
El notable
cooperativista colombiano Dr. Carlos Mario Londoño nos alecciona: “El
cooperativismo es más, mucho más que una manera democrática y
ecuánime de dirigir una empresa. Es, ante todo, una concepción social y
económica de la vida, para hacerla más grata, libre y fecunda para todos”.
Agregamos nosotros que, esto ya nos hace acreedores de ataques de políticos-partidarios
e intereses retardatarios. Es parte de nuestra tesis.
Sigamos con
Londoño: “El cooperativismo como sistema económico con intereses políticos,
debe cuidar sobremanera la táctica y la estrategia que emplea”. Ganar
el aprecio y acompañamiento popular, sin lo cual no existe movimiento.
Y por ello
repetimos lo que ya hemos dicho “El movimiento cooperativo requiere la renovación dirigencial
actual para que accedan aquellos hombres y mujeres con actitudes y aptitudes
que posibiliten la construcción del Cooperativismo del Siglo XXI, por
cierto, en época de decadencia del capitalismo destructor de la naturaleza”.
¡En la fraternidad, un abrazo
cooperativo!
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