Por José Yorg, el cooperario.
"Conducir no es como muchos creen mandar,
conducir es distinto a mandar, mandar es obligar, conducir es persuadir, y al
hombre siempre es mejor persuadirle que obligarle." J.D.
Perón
“La escuela que queremos” implica entonces ir hacia
una organización pedagógica que estructure un dialogo más fluido, más abierto,
más desafiante con los saberes que se producen y circulan en la sociedad”. Cartilla ieslvf-caba.infd.edu.ar/
“Ir hacia “la escuela que queremos” implica fortalecer
los espacios de participación de los distintos actores para promover la
formación de sujetos de derechos”. Cartilla ieslvf-caba.infd.edu.ar/
Abordar el tema de la conducción institucional de las escuelas es un tema-según mi modesto entender-un asunto delicado pero sustancial en la búsqueda de la buena convivencia escolar.
Con estas primeras expresiones como marco
conceptual de mis reflexiones sobre la conducción institucional de las
escuelas, señalo que mi objetivo es aportar a la conquista del mejor modelo de
conducción y que éste actúe como motivador de un excelente clima del proceso
enseñanza-aprendizaje.
Con mucho respeto a quienes no comulgan con
las ideas del peronismo, expreso que Perón nos enseñó que “Conducir no es
mandar, conducir es persuadir”.
Si analizamos en profundidad esta definición
encontraremos que es una guía formidable para el desenvolvimiento institucional
con respeto, amabilidad, tacto y cariño. La relación entre las personas debe
estar sembradas de buena voluntad, por eso entre peronistas, sea el cargo o
función gubernamental o profesional nos decimos “compañeros”.
La presentación ante la comunidad docente en
reuniones o en jornadas institucionales las disposiciones y orientaciones
políticas del gobierno debería ser en tono amigable y de la más profunda
convicción de su importancia y no en un tono autoritario y menos amenazante.
La vital diferencia entre ambos tonos está en
el resultado que se constata en cada docente, el primero persuade y seduce; en
cambio el segundo, irrita y desconcierta.
A mi modesto entender, si se usa un lenguaje
amigable, cariñoso, persuasivo, cada docente tomará para sí esa expresión
político-educativa y será el mejor y mayor difusor donde quiera que se exprese.
“La escuela que queremos”.
La temática propuesta en esta 1° Jornada
institucional denominada “La escuela que
queremos me resultó muy oportuno y entusiasta, porque despertó los mejores
impulsos y anhelos que cada quien lleva en sí construir cooperativamente esa
escuela que nos contenga.
Una escuela basada en una democracia
participativa, que promueva el compromiso y el desarrollo de una escuela con
identidad que cohesione en sus diversos proyectos áulicos e institucionales,
ello se conquistará por medio del diálogo e intercambio de buenas intenciones.
Cada escuela tiene su historia, la escuela a
la que concurro como maestro tiene un magnifica historia de esfuerzos y sueños
compartidos de los vecinos organizados que aquella esperanza se concretó. Hoy
aún estamos construyendo la genuina identidad y cultura escolar en bien de
nuestros educandos y de toda la comunidad.
¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!
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