Por José Yorg, el cooperario.
“En el medio de las dificultades de siempre, pero cada día más reconocidos por distintos estamentos del poder político, que no los puede ignorar, a pesar que los combate, tratando de que mueran por inanición”. Arnaldo Olguín.
“No te des por vencido, ni aún vencido; No te sientas esclavo, ni aún esclavo. Trémulo de pavor siéntete bravo. Y arremete feroz, ya malherido.” Almafuerte.
“Sin embargo y a pesar de tanta potencia junta me he quedao con una punta que no me podrán quitar me han ayudado a pensar a observar y a preguntarme quien ha podido cambiarme, quien me ha podido torcer, conciente de mi deber ya nada puede asustarme”. José Larralde.
El largo proceso histórico cooperativo que recorrió TECNICOOP en su duro batallar por revindicar los valores y principios cooperativos desde el año de 1992 así lo evidencian, tanto en sus fracasos o errores, como en sus éxitos formidables.
Superado el momento del inevitable pudor que asalta cuando se debe referenciar las propias acciones, comienza la sensación del deber de hacerlo por cuanto se espera que las expresiones resulten de utilidad, máxime en momentos en que se pretenden acallar las voces que proclaman que es posible otro mundo, un mundo cooperativo, como bien lo dijo Eduardo Galeano “Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo”, aunque no vamos tan pretenciosos.
Nuestra entidad, entonces, no escapa a las leyes que informan que las organizaciones surgen como respuestas a necesidades históricas concretas, es decir, TECNICOOP surge como reacción a la realidad dolorosa que implicó que las cooperativas existentes abandonaran los valores y principios cooperativos.
Ello se explica en la elaboración y práctica de lineamientos estratégicos en los campos educativos, gremial y político cooperativo. Estas guías estratégicas implicaron las diversas tácticas innovadoras y creativas que permitieron avances significativos.
El mayor y contundente éxito de la organización es haber demostrado palmariamente que personas de extracción social y económica con dificultades pueden emerger de esos condicionantes, en tanto interioricen y ajusten su conducta a una conducción organizativa y que se desbrocen hábitos y costumbres individualistas, así el mejoramiento humano es posible.
El proceso de conciencia cooperativa implica transitar etapas de estudio colectivo y debates que viabilice superar la conciencia ingenua o conciencia falsa, pues ésta anula el entendimiento y conspira contra el raciocinio, más concretamente, a esa tendencia tan usual del hábito mágico de tratar de adivinar las cosas en vez de reflexionar criteriosamente y aplicar análisis de coyuntura, previo estudio de estas herramientas.
Los numerosos coloquios internos que desplegamos y cuyas conclusiones fueran generosamente publicados por diversos mediáticos hicieron posibles compartir saberes útiles socialmente. El rol periodístico en la difusión del desempeño y accionar de TECNICOOP, es inédito, pues ha logrado instaurarse en publicaciones diversas, traspasando las publicaciones especializadas, instaló pues en los medios la agenda cooperativa y esto no es un dato menor, es un dato indiciario de la significación histórica del accionar positivo y humano de TECNICOOP, sostenido por una conducta moral y ética a través de tantos años batallando por un mundo mejor.
Nuestros modestos aportes fueron adelantos en la educación cooperativa, en especial en los campos de la educación cooperativa escolar y universitaria, la difusión del ideario cooperativo, en el posicionamiento cooperativo dentro del propio movimiento, y a su vez a la sociedad en su conjunto como referentes que afianzan la posible y necesaria mejoría social.
¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!
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