“Nosotros tuvimos que
aprender los valores, principios y la estructura empresarial cooperativa destinada
a la escuela, al tiempo de llevar al terreno educativo con los niños/as, demostrando
la potencia pedagógica del cooperativismo escolar”.
En
tiempos turbulentos y serios cuestionamientos sociales a la educación, un medio de comunicación contactó con los
reconocidos educadores José Yorg y Ana María Ramirez Zarza, a quienes le preguntaron
¿Qué importancia le otorga al rescate e indagación de experiencias educativas
relevantes y las narrativas docentes para repensar la escuela y la universidad?
Yorg, al
tiempo de invitar a conocer la experiencia pedagógica cooperativa que los tiene
por protagonistas a la luz de la epistemología, determinó el encuadre de tal
cuestión, aludiendo que “El rescate historiográfico educativo, la indagación y
la narrativa docente es una actividad de tipo académica que se vé fortalecida
por la disciplina o rama de la filosofía que estudia el alcance, fundamentos, y
la validez del conocimiento, denominada epistemología, desde donde bien podríamos
sacarnos todas las dudas sobre la valoración de ella”.
“Dicho
y establecido lo anterior-prosiguió Ramirez Zarza-resulta a la luz de la
epistemología pertinente juzgar la experiencia del ProDeCoop-Escolar y del
ProDeCoop-Universitario, apasionante experiencia de la enseñanza-aprendizaje cooperativa
que desarrollamos en bien de la educación formoseña y que permite repensar la
escuela y la universidad”.
“Merece
un destaque particular, entre los hallazgos más relevantes, señalar la fuerte
conexión que establecimos entre docencia e investigación, sobre estas dos
experiencias complementarias y mencionar que desde dos universidades, una de
Santa Fe y otra de Buenos Aires, indistintamente alumnos realizaron sus tesis
sobre ambos programas”,comentaron.
Explicitó
Yorg que “Se ha establecido una verdad a medias que dice que resulta más fácil copiar
las prácticas educativas, constrastándo con quienes se abocan a comprender los
principios y métodos que las inspiran
para generar nuevas y renovadas teorías y prácticas educativas, la segunda
conceptualización ilustra nuestra acción”.
“Nosotros,
docentes cooperativos-continuó- tuvimos que aprender los valores, principios y
la estructura empresarial cooperativa destinada a la escuela, al tiempo de
llevar al terreno educativo con los niños/as, debimos superar cualquier
obstaculo y así lo hicimos, demostrando la potencia pedagógica del
cooperativismo escolar” .
“Ahora
¿Epistemológicamente qué encontramos en el cooperativismo educacional? Interrogó
y respondió Ramirez Zarza-“Encontramos saberes relevantes para el educando toda
vez que la pedagogía y didáctica cooperativa poseen las cualidades
teoricas-prácticas de estimular y desarrollar las diversas
inteligencias,entendiéndo éstas como las habilidades,destrezas y capacidades
que posee un ser humano,emponderandose de un arsenal de conocimientos
socialmente útil”.
Proceso en constante hacer
cooperativo.
“De
igual manera procedimos en el ámbito universitario-dijo Yorg- como una fuente
inagotable de reto pedagógico interdisciplinario y multidisciplinario dando
cuenta así de la mirada epistemologíca al estudiar los métodos del conocimiento
científico y sus fundadamentos, ajustado a lo social, histórico y la
idioscincracia formoseña y así encaminamos el proceso educativo volcado en el ProDeCoop-Universitario”
“Ese
fue el método y procedimiento de construcción del conocimiento
educativo-cooperativo y su reflexión que luego procedimos a teorizar y
fundamentar su pertinencia, veracidad y justificación, punto donde se unen
ciencia y filosofía del saber”, aclaró y prosiguió:
“Estos
hallazgos sistematizados, sin duda, facilitan la toma de decisiones en la definición de
políticas públicas sobre este campo disciplinar y que nosotros valoramos como
docentes e investigadores, expuesto de un modo narrativo”.
“Sin
embargo, nunca será suficiente llenar de estímulos a la docencia para que
encaren estas actividades comprendidas en el rescate historiográfico, en la
indagación, sistematización y narración de trayectorias educativas y su
valoración, pues ello constituye una forma de evitar caer en el pantano donde
se gesta la decandencia educativa”.
“Podemos
entonces concluir que el recurso humano, en cuanto a su dimensión del saber
profesional docente que transita un recorrido y un proceso en constante hacer y revisar y perfeccionar su acción y
conocimiento, que se constata en el aula con los educandos, así, el trabajo del
educador, es un permanente descubrimiento
apasionante de la experiencia enseñanza-aprendizaje”,
cerraron ambos profesionales.
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