José Yorg: “Es hora que entendamos que el Estado neoliberal-que hasta el momento no fue desarmado-actúa como una camisa de fuerza que impide implementar un modelo de desarrollo con equidad”.

 

 “Por más que algunos nieguen o menosprecien al modelo cooperativo, éste se agiganta y demuestra que otra economía con desarrollo equitativo, es posible”.

José Yorg rememoró  la propuesta del Dip. nacional Eduardo Valdés de que el Congreso revise y remueva todas las leyes sancionadas durante la dictadura, y  reiteró que “ esa acción legislativa confirma nuestra tesis de que no se desarticuló el Estado neoliberal, pero que es preciso remover para construir el Estado de derecho de la justicia social, de la independencia económica y la soberanía política donde se concrete la felicidad del pueblo”.

Fijó Yorg que “El Estado neoliberal-que hasta el momento no fue desarmado- actúa como una camisa de fuerza que impide implementar otro modelo de desarrollo y por tanto, sea cual fuere la fuerza política que gane las próximas elecciones nacionales se encontrará atado de pies y manos y replicará el verso de la deuda externa como excusa agotada, el pueblo, por su parte, podría agotar su paciencia y hacer tronar el escarmiento, como dijo Perón”.

“Es hora que entendamos-prosiguió- que en realidad el Estado es simplemente una herramienta para gobernar la vida en sociedad, pero si el modelo del Estado está orientado a producir desigualdad social, ese aparato del Estado existente es nefasto para el pueblo, tiene que ser reemplazado por otra forma de poder político a favor del desarrollo con equidad social”.

Hacia un modelo de desarrollo alternativo y plural.

“El gran mérito de las políticas neoliberales-que tenemos que aceptar-es que hicieron creer que el objetivo político de la justicia social y la felicidad del pueblo pasó de moda, y eso fue en parte por el desarme peronista que realizó Menem”, clarificó.

Ilustró Yorg que “El neoliberalismo, en realidad obnubiló las mentes y los corazones y por ello, como dice el intelectual portugués  Boaventura de Sousa: “por eso no hay libertad para ver esas alternativas, esas posibilidades de otros tipos de desarrollo”.

“Estamos en el proceso de reivindicar esa diversidad, valorando y trayendo a nuestros estudios otros tipos de conocimiento que nos puedan ayudar, y para eso la educación es fundamental; dar la idea de la diversidad cultural del mundo, la diversidad epistémica, cultural, a partir de la cual podríamos tener una cultura verdaderamente democrática”

“Entonces, por más que algunos nieguen o menosprecien al modelo cooperativo, éste se agiganta y demuestra que otra economía con desarrollo equitativo social, alternativo y plural, es posible”, concluyó José Yorg.

 

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Enfrentado por los sistemas económico-políticos hegemónicos, el cooperativismo fue perseguido a lo largo de los dos últimos siglos por sus características más “peligrosas”: la distribución equitativa de las ganancias y la no explotación de los trabajadores. Sin embargo, cada vez más ejemplos en el mundo demuestran que sobrevive, se expande y gana espacios de poder.