Por Roque
Arguello
“Sabed que las
historias perduran y nos ayudan a aprender, a comprender y a crecer”. Élia
Guardiola.
Arguello rescata vivencias históricas |
Continuando
con nuestro relato histórico de nuestra procedencia y la influencia cultural guaranítica,
de nuestros antepasados, migrantes exiliados políticos y/o económicos. Los
testimonios y bibliografías son diversos y muchos... Así nos refieren algunos
de nuestros lectores apasionados desde distintos rincones de la Provincia de
Formosa, el país y de lugares más remotos de nuestra urbe, a quienes enviamos
nuestra gratitud, para ellos y ellas.
Hoy
relataremos, en apretada síntesis, los vaivenes, tristezas y alegrías,
improntas, esperanzas y desesperanzas, sus costumbres a cuestas, traídos desde
el otro lado del Rio Paraguay, nuestros padres, abuelos…
Las Causas-
Dimensión Política
En
cuanto a la dimensión política, Formosa ha servido de refugio y asilo ante las
persecuciones gubernamentales y de facciones en los períodos de revueltas
internas (guerras civiles desde 1870 hasta la Guerra del Chaco y la Revolución
de 1936).
Sin
embargo, será en la ocasión de la Guerra Civil de 1947 cuando la migración por
motivos políticos y/o económicos, tendrá el dramatismo de lo masivo, con la
presencia de campamentos de refugiados a lo largo del río Pilcomayo (Flores
Colombino, 1967) y la afluencia de contingentes en las ciudades de la ribera
del río Paraguay. Las cifras del censo de 1947 dan cuenta parcial de ese proceso,
al haberse ejecutado mientras se desarrollaba la contienda (Bruno, 2013).
En
este periodo la población paraguaya, ocupaba las dos terceras partes de la
población formoseña.
No
fueron pocos los lectores que nos animaron a seguir con este trabajo de
reubicación de un tema que subyace a menudo bajo los escombros de la historia
de nuestros terruños. Así, por ejemplo, nos expresa el Dr. Martín Almada, desde
Asunción, Paraguay: “Recuerdo a educadores que crearon Escuelas y Colegios.
Abogados como Arturo Acosta Mena y otros, sin olvidar también al abogado Fausto
Carrillo. Tiene que haber una lista de paraguayos detenidos/desaparecido,
victimas del plan cóndor. Recuerdo también al Dr. Aquino en Clorinda,
a Humberto Jara líder sindical de Luz y Fuerza de Clorinda, activo dirigente
del Partido Febrerista. Recuerdo vagamente al Padre Ramón Talavera,
dirigente de la Liga Agraria Campesina, perseguido por Stroessner por
comunista en complicidad con el entonces Arzobispo de Asunción,
Monseñor Mena Porta”.
Sin embargo, debemos anotar que esa
persecución política despiadada del tirano Stroessner no se limitó
exclusivamente a fronteras adentro del Paraguay, por el contrario, tierras
afuera contó con una red de espías e
informantes (pyragués) con un esquema bien aceitado y entroncado con sectores locales
represivos y de ideologías conservadoras y reaccionarias. Eso y mucho más significaron
y significa aún el stronismo, elementos que explican el infortunio de una
nación.
La Transmisión
cultural y sus formas: Una vivencia personal
Recuerdo
un encuentro, volviendo de un Congreso Internacional de Cooperativismo
realizado en el Banco Central del Paraguay en la década de los años 90.
Pasando por la Ciudad de Clorinda, llegamos al
comedor y pista bailable “8 de diciembre”, propiedad de Ramón Román, paraguayo
él, primo de mi padre, con quien tuvimos una larga charla, como empresario
gastronómico, se convirtió también en representantes de varios músicos
paraguayos famosos, como los dúos Vargas Saldívar, Quintana-Escalante y,
Peña-González, Quemil Yambay y los Auténticos
Alfonsinos y otros tantos, de actores de radio teatros, nos relató que, “con quienes recorrí gran parte de la Ruta
Nacional 86 y por la 81 llegamos hasta Palo Santo…. Muchos de ellos se
encontraron con parientes directos o del mismo “valle” (del mismo lugar u
oriundo del mismo departamento). “El éxito de los conjuntos y los radioteatros
fue tal, que me emocionaba mucho, observando esos encuentros en las grandes
pistas rodeados por mayorías paraguayos, donde se hablaba en guaraní, se ofrecía
en la cantina comidas como el chipa avatí con carne, la tradicional chipa,
sopa, chicharó trenzado y se escuchaba polkas y guaranias, en las pistas
bailables rodeados de quinchados de palmas”.
La comida
Las
comidas eran netamente paraguayas, como la sopa, el mbejú, el locro, la chipa
guazú, la chipa, el guiso carrero, el kumandá peký (porotos frescos) con queso
casero o la ensalada de poroto, el chicharó, etc. Que fueron nuestras gastronomías cotidianas y que
perviven hasta nuestros días.
La
transmisión cultural, por entonces, podemos decir que fue, primariamente, a
través del dulce idioma guaraní en forma
directa, segundo, la socialización del paraguayo en su rol de cosechero de
algodón y minifundista, luego a través de la música, la radio, el radio-teatro
y las comidas, que dejaron símbolos, huellas muy profundas en cada ser
formoseño/a de la paraguayidad que lleva consigo/a….
Continuamos
con un final abierto…
¡¡Hasta
la próxima, la tercera parte!!
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