Por Jesús Andrés Aranda Valdés-(Educador Cooperativista de Puerto Rico).
Se entiende por socialización el proceso de interacción social que facilita la mayor disponibilidad de los recursos de la naturaleza y la sociedad para todos los componentes de la misma. Sin cooperación voluntaria no pueden existir verdaderos procesos de socialización. La socialización tiene que surgir del pueblo educándose y organizándose. No es obra ni del Estado y mucho menos del capital.
El poder económico a través de la acción cooperativa puede conducir a la clase trabajadora y al pueblo en general a mayor poder político, a que nuestra filosofía y estrategias cooperativas de desarrollo puedan insertarse y hasta convertirse en guías de las acciones del Estado. El cooperativismo fortalece la democracia política a través de la democracia económica. La combinación de ambas son garantía de mayores libertades.
El cooperativismo tiene que formar líderes y desarrollar estrategias inteligentes con capacidad para hacerse sentir e incluso participar en las decisiones de los poderes del estado.
La democracia basada solamente en los procesos eleccionarios y el partidismo político no basta para que el cooperativismo pueda sentirse seguro , satisfecho y con grandes posibilidades de generar cambios significativos a favor del pueblo, De hecho, en Puerto Rico nuestras cooperativas tienen más presencia y resuelven más problemas y necesidades reales e inmediatas a las comunidades que los partidos políticos en el poder. Incluso en la mayoría de nuestros pueblos las cooperativas cuentan con más afiliados que cada partido político. Incluso, la estructura del movimiento cooperativista es mas sólida e integrada económica y físicamente que la de los partidos políticos. Existen comunidades donde las cooperativas aportan valiosos recursos a las municipalidades para programas con fines sociales lo cual les inviste de cierta autoridad para dejarse oir por sus alcaldes y asambleas municipales.
Si vamos más allá, observemos que en todos los partidos políticos, participan socios y líderes cooperativistas. Sólo que estos no han tomado plena conciencia de lo mucho que pueden lograr si aportaran en esos medios en su condición de cooperativistas. Incluso, hemos tenido líderes cooperativistas (alcaldes, legisladores y funcionario públicos) que han llegado a estas posiciones importantes de gobierno valiéndose de su liderato en el cooperativismo. Pero esto, llevados por su interés y aspiraciones personales, y no dentro de un compromiso tácito con impulsar medidas y reclamos del movimiento cooperativista.
Los fundadores del cooperativismo, no pensaban solamente en crear cooperativas con el solo propósito de resolver en común ciertas necesidades. Los documentos de la época demostraban propósitos de conquista, de transformación social de los sistemas imperantes,
Ese siempre ha sido un propósito latente y una aspiración dentro de la doctrina cooperativista que debe sacarse a la luz y hacerse valer. De no ser así , las aportaciones del cooperativismo serán menos significativas y continuaremos siempre sujetos al vaivén de fuerzas políticas reaccionarias poderosas que podrían incluso destruirnos.
Los signos de los tiempos van indicando la trayectoria cooperativa a seguir: a)Fortalecimiento progresivo de las cooperativas en su base y a través de mayor integración, b) Estrategias invasivas y de concientización en los sectores políticos, c) Desarrollo de mayor voluntad y capacidad de convocatoria al pueblo cooperativista para asumir liderato y presencia en las luchas y protestas de nuestro pueblo en las calles.
Pero, para ello, los tiempos actuales reclaman una educación cooperativa sistemática , estratégica y envolvente. Esta educación debe concienciar sobre los aspectos políticos que deben identificar a una sociedad inspirada en los principios y valores de la Cooperación. No debe haber espacio para la improvisación. Tiene que llegar más contundentemente a los líderes y empleados de las cooperativas, a todos los socios y a la sociedad en general. Tiene que preocuparse por la formación continua de lideres comenzando desde las bases que son las cooperativas primarias.
La capacitación política de líderes capaces de representar los intereses del cooperativismo en las esferas políticas del país y en los procesos de planificación y desarrollo de los poderes del estado, debería formar parte de los objetivos de este tipo de sistema educativo transformacionista, tan necesario, Este sistema debe abarcar los temas relacionados con a) Historia, filosofía y principios, b) Economía, Administración y Finanzas, c) Política Cooperativa (Aspectos relacionados con la educación pública, legislación, políticas contributivas, políticas laborales, políticas de desarrollo económico, etc.)
Termino expresando que si deseamos reinventar el cooperativismo, como de forma algo extraviada se expuso en cierta actividad educativa en días pasados , no podemos continuar pensando en muchas de las maneras que estamos pensando, ni haciendo las mismas cosas como las hemos estando haciendo. No es cuestión de reinventar, es cuestión de hacer cooperativismo como debemos hacerlo.
Preocupándonos por desarrollar con la misma intensidad los tres pilares de las cooperativas, Administración, Finanzas y Educación, manteniéndonos al tanto en todo momento de los adelantos conceptuales y tecnológicos que aparezcan para favorecer el desarrollo armónico de estos.
Adelante, siempre hacia adelante. El movimiento se demuestra andando.
Antulio Parrilla Bonilla, con tus ideas en marcha.
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