“Ante
este sombrío panorama me afirmo con profunda convicción en la nobleza educativa
del cooperativismo, pedagogía del amor, de la fraternidad, del altruismo y
compañerismo social”.
Para el Lic. José Yorg, las luces de alerta se
prendieron con la creación del Ministerio denominado Capital humano que
contiene al sistema educativo nacional y que promueve la concepción
mercantil. Yorg, como destacado educador
e investigador pedagógico, examina y reflexiona sobre el posible impacto que
tendría sobre la educación formoseña y
propone preservar la concepción cristiana, humanista y social”.
El educador social comienza estableciendo los fundamentos teóricos de los
Lineamientos de la política educativa de la Provincia de Formosa que se
encuentran en el portal https://www.formosa.gob.ar/educacion/lineamientos:
“La Educación Formoseña se inspira en las bases del Modelo Formoseño de
desarrollo sustentable y sostenible a través de políticas que se asientan
en un modelo popular, práctico, dinámico, imbuidos de un espíritu humanista y
cristiano. Promueve la premisa de que la educación es una cuestión de
Estado que permite exhibir resultados concretos que privilegian la vinculación
estratégica entre educación, trabajo y producción”.
Fijó el educador que “A contracorriente de estos lineamientos se presenta
el Ministerio de Capital humano, que desde su denominación implica una visión
mercantil de la educación, que despoja la condición humanista del educando como
ser social y cooperativo y pretende llevarlo a la construcción del homo
economicus, un ser mezquino, individualista y egoísta”.
Nobleza educativa
del cooperativismo.
“Nuestras
objeciones y consideraciones-señaló- sobre el capital humano se sostienen en que,
en realidad, después de develar su curriculum oculto, es que en los procesos de
formación del capital y de la fuerza de trabajo, el capital humano es
considerado como una inversión adicional, es decir, una mirada al ser humano
como mercancía”.
Agregó
que “El proceso de educación y formación de las personas de carne y huesos, no es analiza por la filosofía del capital
humano teniendo en cuenta al ser humano, sino que se expresa como una decisión
de inversión que les permita obtener rápido recupero y mayores ganancias, por tanto, esta mirada educativa economicista devastaría la filosofía educativa formoseña”.
“Ante
este sombrío panorama me afirmo con profunda convicción en la nobleza educativa
del cooperativismo, pedagogía del amor, de la fraternidad, del altruismo
social, de la comunidad organizada bajo la hermandad surgida del compañerismo, y así preservar la concepción cristiana, humanista y social formoseña”,
cerró José Yorg.
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