Ante el centenario
conmemorativo de Paulo Freire.
Por José Yorg, el
cooperario.
“Los seminarios
realizados sobre su obra y los enfoques desarrollados sobre su pensamiento han
sido puramente laudatorios, acercándose casi de una adoración mesiánica. No hay
problematización analítica. Se ignoran las fuentes teóricas que él tuvo como
referencia para construir su obra y no se analizan sus aportaciones frente a
las nuevas coyunturas del siglo XXI. Lo que se hace es simplemente repetir los
lugares comunes de su pensamiento, así como algunos enfoques de las décadas de
1960 y 1970”
Ivonaldo Leite
A modo de
ejemplo del impacto pedagógico trascendente cito que la Universidad Nacional de
Tucumán a través de la Facultad de Filosofía y Letras ha convocado al Congreso
Latinoamericano a 100 años del nacimiento de Paulo Freire; “Transitar su legado: un acto de justicia” los días 16 y 17 de
septiembre de 2021 que cuenta con destacadas figuras de la educación, como
Adriana Puiggrós, entre tantos/as sobresalientes.
De tan
importante evento y sus principales justificantes de la fundamentación
extraemos dos:
“Desentrañar
su legado con ojos y actitud crítica, parados en este presente tan complejo que
nos interpela, se constituye en un compromiso ético y político del que tanto
nos enseñó en la vastedad de su pensamiento”.
“Las
aportaciones de Paulo Freire se abren y nos abren al mundo para la comprensión,
el conocimiento de la realidad y la indefectible transformación de ésta,
manteniendo la esperanza como la espera activa que nos lleva a trabajar
comprometidos con el sujeto
social, la praxis, la emancipación, el
diálogo, la autonomía, las relaciones de poder y la democracia”.
Así, lo
anterior constituye el marco de mis recuerdos de lecturas de Paulo Freire y las
experiencias escolares, camino al cooperativismo escolar, camino pedagógico
cooperario pretendiendo llenar de cooperación las aulas formoseñas.
Esas lineas
anteriores y las reflexiones de los textos de Freire saturaron mi mente de
ideas renovadoras y ansioso de llevarlas a la práctica,tal como me encontraba
en aquel lejano día de un encuentro en el camino hacia la escuela,sería un
cambiante hecho, pero,sin embargo, hoy, evocados se renuevan en vitalidad.
En modo de
narrativa docente expongo: En un día caluroso del año de 1983 me dirigía a
asumir por primera vez como maestro de grado en la Escuela N° 54 de la
localidad Villa Escolar, Departamento de Misión Laishi, de la Provincia de
Formosa-Argentina-, y tal como lo adelanté en el párrafo anterior en mi mente
estaban las ideas del gran maestro Paulo Freire.
En efecto, en
aquel trayecto a recorrer de seis kilómetros de ruta de tierra desde la
localidad de Gral. Mancilla hasta la escuela se produjo un encuentro casual
significativo y trascendental con la Supervisora Escolar Prof. Lidia Friederich
de Acuña, ya que ambos teníamos como punto de llegada la escuela.
La
Supervisora Escolar no tardó en hablarme de las bondades del cooperativismo
escolar y exponer en contexto la desvinculación existente entre la escuela y
las necesidades de los educandos, hijos de pequeños productores; la educación
común no es la apropiada en relación a los intereses de las mayorías de los
niños, toda vez que la perspectiva de un horizonte promisorio se presenta
problemática, también por sus métodos, visibilizan una ruptura del medio social rural y la educación.
Esa práctica
educativa necesaria surge de la necesidad de incorporar saberes del
cooperativismo escolar dado que los educandos, hijos de labriegos, trabajan muy
bien la tierra pero desconocen los aspectos organizativos gremial y empresarial
que les permitan superar sus debilidades mercantiles ante el intermediario que
menoscaba el precio de sus productos y los mantiene en perpetua debilidad,
inermes individualmente.
No obstante
aquel primer encuentro y diálogo con mi Supervisora Escolar, en principio
me apoyé en las concepciones pedagógicas de Paulo Freire, pero pronto me
enfrenté a las contradicciones que descubriría en dicha pedagogía a partir de
aspectos maravillosos pero muy teóricos e insuficientes ante la realidad de
niños labriegos que llegan tarde al inicio escolar en razón a trabajos en la
cosecha de algodón.
Pienso que la
propuesta pedagógica del educador brasileño continúa vigente en cuanto que su
propuesta asume a la educación, a la alfabetización, al diálogo y a la
reflexión, como valiosas herramientas de liberación del hombre. Por tanto, yo
no hablaría de abandono de las ideas de Freire.
Sin embargo,
no es menos cierto que la clave de la desigualdad social y económica reside en
la organización capitalista que se expresa, entre otros, en sus empresas, que constituyen terrenos de
relación capital-trabajo, desventajosa para el sector del trabajo. La empresa
cooperativa, por el contrario, fundada y organizada sobre otra concepción,
altera esa relación injusta y establece una relación de cooperación, entre
iguales y proporcionales, en sus beneficios. Mientras esto no se logre, habrá
injusticia social.
La virtud de
la pedagogía cooperativa reside-entre muchos-en su instrumento didáctico: La
cooperativa escolar.
Ella es en
pequeño el medio de transformación del educando y su perspectiva creativa de
modificar, alterar, ulteriormente la organización de la economía mercantil en
una economía de la cooperación. Este descubrimiento del carácter pedagógico y didáctico del cooperativismo me
llevó a asumir una decisión inapelable con respecto al estudio e investigación
pedagógica que dio por resultado la pedagogía cooperaria.
Tal decisión
conlleva evidenciar las virtudes pedagógicas y didácticas del cooperativismo
escolar en cuanto a su carácter transformador social y económico, puesto
que se plantea nada más y nada menos que superar la forma organizativa
capitalista de la sociedad, de la empresa y la formación del educando que lo moldea para esa forma de vida. En cambio, el cooperativismo transforma esa lógica, pues se
sostiene en la propiedad y distribución equitativa cooperativa que aniquila la
desproporción entre el trabajador y el capitalista.
He allí el
meollo de la cuestión al hablar de pedagogía transformadora, ello conlleva
modificar la organización social y económica
capitalista por otra diferente ya que
está bajo la concepción humana, reflejada por la empresa cooperativa y las
relaciones socio-económicas que ella trastoca, propugna y esparce, insistir en
este aspecto nunca será suficiente.
Lo que a su vez significa la superación sobre las
metodologías planteadas por los diversos educadores cooperativistas porque
éstos emplean la pedagogía liberal aprendidas en los Institutos de Formación
docentes y Facultades a la enseñanza del cooperativismo en todos los niveles del
sistema educativo oficial, lo que implica, cuanto menos, una contradicción.
Tal análisis
y conclusión no es un asunto menor, son indagaciones que dicen mucho de cómo
construí la pedagogía cooperaria, estableciendo en realidad una ruptura con la
práctica de asimilación pedagógica liberal a la pedagogía cooperativa original,
de su génesis.
Para concluir
, y en base al hecho de que elegí una cita extraída de un párrafo del artículo “La Educación Popular, Paulo Freire y la
“muerte de la dialéctica” del catedrático de Sociología de la Educación,
Universidad Federal de Paraíba (UFPB)Brasil, Ivonaldo Leite, para
presidir este artículo.
Pienso,
precisamente, en otro párrafo de ese importante
artículo de Leite cuando afirma que:
“El
método de Freire y su amplia obra configuraron un rico universo de reflexiones
acerca de la educación, de la pedagogía y la ética liberadoras. Para Paulo
Freire, educar significa, por ejemplo, conocer críticamente la realidad,
comprometerse con la utopía de transformarla, formar sujetos de dicho cambio y
desarrollar el diálogo. Pero, aunque su método constituía una profunda crítica
a las prácticas educativas tradicionales, él también empezó a revelar
limitaciones y ambigüedades políticas. Los problemas se referían principalmente
al desconocimiento del condicionamiento de la educación por la estructura
social y económica, así como a los conflictos de clase. Como consecuencia, la
idea de transformar la realidad quedaba convertida en un acto abstracto”. https://rebelion.org/la-educacion-popular-paulo-freire-y-la-muerte-de-la-dialectica/
Un agregado compendiado:
Reconozco y
valoro la influencia en mi
formación pedagógica Latinoamericanista de Freire,
pero resalto que la
debilidad fundamental que posee esa pedagogía,como pedagogía contestata
ria a la
injusticia social,está en la ausencia de un recurso didáctico orgánico que se
desenvuelva en la escuela,se evidencie en la comunidad y genere conciencia
subjetiva en cuanto a posibilidad de modificar
organizadamente el estado de necesidad de sectores menos favorecidos, e incidir
en la transformación productiva de campesinos y sectores comunitarios, como sí
la tiene la educación cooperativa por medio de la cooperativa escolar.
Sin embargo, en
mi acción pedagógica e investigadora, me distancio de las prácticas educativas cooperativas tradicionales.Enfatizo la esencia transformadora de la cooperación en las aulas. Asumo abiertamente las dificultades burocráticas en las
instituciones educativas e identifico a estas trabas como expresión material ideológica de
la influencia liberal en ellas.
Rompí con las prácticas cooperativas bajo el influjo liberal devenido desde la
formación docente en las instituciones
educativas al comprender las distorsiones que infringen a la pedagogía
cooperativa genuina por parte de los docentes cooperativos/as que reproducen
esa desvirtuación pedagógica y que impiden su pleno desarrollo educativo.
¡Saludos cooperativos!
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