“El valor de la enseñanza radica tanto en los
conocimientos transmitidos como en el ejemplo humano y ético que los maestros
dejan en sus alumnos”.
Pequeñas historias se vuelven grandes y dignas de compartir por su enorme significación humana. Así ocurrió cuando la tercera cohorte de estudiantes universitarios de la Cátedra Optativa II de Cooperativas de la Facultad de Administración, Economía y Negocios (FAEN-UNaF) agasajó a su profesora Ana María Ramírez Zarza, maestra y docente universitaria.
En ambos ámbitos —la Escuela y la
Facultad— la profesora Ramírez Zarza recibió el cariño y la consideración de
sus educandos. Y es que, cuando se valora a las maestras, se está valorando a
la educación misma. ¡Qué experiencia tan hermosa y alentadora socialmente,
porque evidencia los valores más sublimes!
Un
mensaje esperanzador
En el marco de la celebración del Día del
Maestro, estudiantes universitarios rindieron un homenaje cargado de afecto y
respeto, demostrando que la gratitud no conoce fronteras de nivel ni jerarquías
educativas.
El gesto puso en evidencia una verdad
profunda: la educación es una sola, fluye como un río ininterrumpido desde la
escuela primaria hasta la universidad, uniendo generaciones y marcando
destinos.
“La educación no tiene fronteras ni escalones
separados, es un camino único que nos acompaña toda la vida”.
Con estas palabras, recalcaron que el
valor de la enseñanza radica tanto en los conocimientos transmitidos como en el
ejemplo humano y ético que los maestros dejan en sus alumnos.
La celebración se convirtió así en un acto
que trascendió lo académico para situarse en lo humano: en la relación profunda
entre quien enseña y quien aprende. Una reafirmación de que la educación, en
cualquiera de sus niveles, es misión noble que abre horizontes, construye
comunidad y siembra futuro.
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