José Yorg: “Asistimos al derrumbe del trabajo institucional y tradicional”

 “Se desdibuja la empresa rochdeliana cooperativa por algo hibrido que se llama economía popular, asociativismo, emprendedorismo, que carecen de sustento teórico-científico y empresarial  institucional”.

La transcripción resumida de la exposición del Lic. José Yorg  surge como una necesidad periodística de alcance popular en procura de dar cuenta a los sectores desfavorecidos de algunas pistas para entender el nuevo modelo económico argentino, sobre todo de la política social. Yorg arroja luz  sobre los mecanismos del modelo económico que  posibilita entender su formato, su alcance, y en especial sus límites y contradicciones para pensar alternativas de mejoría social”.

“El formato económico es baja salarial, desmontar las conquistas y derechos del trabajador, contratos laborales basura, y por último, pretenden borrar de la memoria colectiva el trabajo institucional como movilidad social y buen vivir”, especificó.

Señaló el educador que “son transformaciones estructurales del empleo, del trabajo dependiente institucional, hacia un modelo económico que deja en el limbo a muchas personas, sin cobertura social ni horizonte promisorio, pero al mismo tiempo se desdibuja la empresa rochdeliana cooperativa por algo hibrido que se llama economía popular, asociativismo, emprendedorismo, que carecen de sustento teórico-científico y empresarial  institucional”.

“Estamos transitando una etapa-dijo Yorg-de una época que empuja una metamorfosis del trabajo institucional y tradicional, naturalmente, esta transformación del modelo económico tradicional provoca quiebres y tensiones  en la convivencia social y esto es lo que observamos a diario”.

Comprender lo que nos ocurre como país.

“La persistencia-adujo Yorg- de los problemas del desempleo y de la pobreza creciente son derivaciones directas de la imposición de los tecnócratas del FMI que a su vez responden a las conclusiones de las conversaciones de Davos en su intento de reciclar o resetear al capitalismo, ello marca a la Argentina como país dependiente y subdesarrollado”.

“Este difícil contexto que muestra a nuevos ganadores y muchos perdedores insuflan el estallido de insatisfacción social que marcará el límite del modelo económico injusto y resolverá la contradicción”, agregó.

“Mientras tanto, estos tiempos inducen a reflexionar a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, a los intelectuales con sensibilidad social, a buscar y encontrar la forma de  hacer comprensible lo que nos ocurre como país, país que otrora se rigió por la justicia social, la soberanía política y la independencia económica”, concluyó Yorg.